miércoles, 15 de enero de 2014

Crónica de un taxista



Ocho años siendo fiel al ucabista

Desde las siete de la mañana hasta las once de la noche, la línea de taxis de la UCAB presta un servicio de calidad y seguridad a trabajadores, estudiantes y profesores de la Universidad.

William Pérez, conductor de la línea de taxi “Unión de Conductores los 300, LITUC 300”, despierta con el sonido de los animales del Zoológico de Caricuao, muy cercano a su residencia en la UD 5. Llega a las siete de la mañana junto a la mayoría de los veinticinco trabajadores que conforman la línea de taxis ubicada dentro de la Universidad Católica
Un día a la semana trabaja como "Fiscal" de la línea
Andrés Bello.

Lo primero que hace el señor William al llegar al puesto de trabajo, es anotar su hora de llegada y la de los demás conductores en una hoja que lleva un estricto registro del nombre del taxista, el número que se le asigna, el destino de la carrera que hace, la hora en que sale y la hora que llega de dicho viaje. Luego de esto, un cafecito, el periódico y un cigarro son los típicos rituales para comenzar el día.

William explica: “Todos los que estamos aquí trabajamos nada mas con la Católica, estudiantes, trabajadores y profesores, nadie de la calle, primero por el peligro que hay en la calle, y segundo que por lo menos en mi caso tengo ya ocho años aquí”. Hay un promedio por taxista de 5 o 6 carreras diarias, pero dependiendo de que tan lejos sea el viaje, pueden hacer 3 o 4 carreras diarias. “Yo prefiero hacer carreras largas, porque si hago 4 carreras, hago el día; en cambio, si hago puras carreritas cortas no me rinde el dinero” expresó el señor William.

El costo de la carrera mínima es de 50 Bolívares, de la UCAB hasta el Cardiológico Infantil son 50 Bolívares; más barato que un mototaxi (80 Bolívares la carrera mínima). Y la más costosa dentro de Caracas es de 300 Bolívares, como destino más lejano “El Hatillo”, pero si es el “Alto Hatillo” sobrepasa ese precio. Estos precios dependen de la inflación o del conductor, siempre respetan el monto que indica una lista que tienen en una mesa de madera con todos los destinos de Caracas. Un “descuentico” ya queda a decisión de cada taxista.

Tienen como regla fundamental, no montar más de cuatro personas en alguna de las unidades, o si el conductor decide puede cobrar un poco más si sobrepasa el número de personas permitidas, también llevar alguna caja o encomienda también se lo cobra un pequeño porcentaje de más.
Desde el 2001 la línea LITUC 300 presta servicio de taxi. Cortesía: A. Gómez

Robos y atracos se ven del torniquete de la universidad, hacia fuera, el señor William y Richard Gil, secretario de la línea, aseguraron no haber tenido ninguna anécdota de inseguridad en su puesto de trabajo. “La monotonía no se ve en mi trabajo, siempre hay algo que hacer, qué línea de taxi es tan segura que te garantiza la tranquilidad de llegar a su destino así se quede dormido en la unidad” finaliza el señor William con una sonrisa que inspira confianza y simpatía.

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